La vida puede cambiarte en dos días, en dos minutos, en dos putos segundos... De tenerlo todo a no tener nada. De darte cuenta de todo lo que tienes cuando lo pierdes. Rememorar los últimos segundos y lamentarte por todo lo que dijiste y por lo que podías haber dicho... Pero no lo dijiste. Lo pensabas pero nunca lo dijiste.
Sí, es mi problema. Es algo que he aprendido. A base de hostias de la vida. Menuda vida...
Sólo soy carne, sólo soy una persona. Si algo hice bien fue quererte. En lo bueno y en lo malo.
El ayer no me importa. Sólo me importa el mañana y se me hace cuesta arriba. Nadie nunca entenderá por lo que estoy pasando. Estoy cambiando tanto que me da miedo. Y más miedo me da porque sé que no estás cerca para ayudarme. Que te he perdido y ya da igual lo que haga.
Nunca me perdonaré. No fui como quisiera haber sido entonces...
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